Tech neck: el síndrome derivado de la tecnología que está haciendo estragos en la firmeza de tu mentón

Tech Neck: ¿en qué consiste y cómo evitarlo?

By Eva Valldeperas

¿Te suena de algo la expresión “tech neck”?

A mí me traslada al futuro, quizá a quinientos años vista, donde visualizo a toda la humanidad con una joroba en las cervicales, mirando hacia abajo, incapaces de ver el cielo o lo que tienen por encima. Aunque igual para entonces ya no habrá nada qué ver…

Bromas aparte, si el término no te suena a nada, para empezar, retén este dato: nuestra cabeza pesa entre cuatro y cinco kilos y medio. Así que, cada vez que la inclinamos para mirar hacia abajo o al móvil, la tablet o el portátil, la fuerza que ese peso ejerce sobre las cervicales incrementa el peso, hasta llegar a rebasar los 22 kilos.

¡Imagínate el trabajo que tienen de hacer los músculos del cuello para aguantar el cráneo en esa posición! Y no es que pasemos solo unos pocos minutos al día mirando hacia abajo, ¿verdad? La verdad es que nos pasamos horas y horas en esa postura a lo largo del día, una media de ¡6 horas! al día, según los expertos.

Teniendo esto en cuenta, los dolores musculares están servidos y no sólo en la zona del cuello, sino también en los trapecios y hombros, reduciendo su movilidad y causando espasmos, dolor o contracturas.
Y ese dolor puede radiar hacia la columna y los brazos, además de causar cefaleas y malestar ocular. Y… ¡todo esto solo por una postura!

Tech neck: las consecuencias de la inclinación de la cabeza en la firmeza de tu piel

Las contracturas musculares no solo comportan molestias o problemas musculares, sino que también son las precursoras del estancamiento linfático, ya que la linfa se mueve por movimientos voluntarios e involuntarios de la musculatura. Pero, al estar contracturada, estos movimientos se ven comprometidos. En este sentido, esta acumulación de linfa y toxinas acaba comportando también consecuencias visibles en la piel, como granitos, tono opaco y bolsas.

Y por si todo lo anterior fuera poco, aún tenemos más… Te invito un momento a parar la lectura de este artículo y tomar un espejo de mano. Ponlo entre tu pecho y tu ombligo y mírate, haciéndote a la idea de que el espejo es como si fuera tu móvil cada vez que lo miras con esa postura con la cabeza hacia abajo.

¿Qué ves? Probablemente verás descolgamiento, el rictus nasogeniano marcadísimo, así como también las líneas marioneta y el ceño fruncido… pero, sobre todo, percibirás el cuello arrugado y mucha más papada que la que realmente ves cuando te miras de frente… ¡la peor versión de tu papada!

Y es que si la musculatura del cuello se tensa y contractura por detrás, la musculatura anterior, el platisma (cuello) y digástrico, Milohioideo, Estilohioideo (papada), se relaja y proyecta creando descolgamiento y arrugas. Ahora que ya ves y conoces las consecuencias, imagínate el resultado en la piel de pasar en esta postura hora tras hora, día tras día. No sólo se envejece más rápido (por no hablar de los efectos de la luz azul de las pantallas en la piel…) sino que puede llegar a causar deformaciones irreparables en la musculatura del cuello.

Tech neck: el síndrome de flacidez y arrugas en el cuello que aún puedes evitar

El síndrome tech neck también se conoce como el síndrome de la generación digital y hace referencia a la aparición de signos de envejecimiento prematuros en la zona del cuello debido al uso excesivo de smartphones, tablets y demás dispositivos móviles.

En este sentido, el tech neck se relaciona con la postura que adoptamos al mirar nuestro móvil, con la cabeza hacia abajo. Un gesto que, se presume, realizamos cada día una media de 100 y 150 veces.

Pasarnos gran parte del día con la cabeza hacia abajo, mirando nuestras pantallas, provoca la aparición prematura de arrugas horizontales en la zona del cuello, así como otros signos de la edad, como la flacidez y el temido doble mentón.

Sin embargo, no solo los móviles y la tablet son culpables del tech neck; el uso abusivo de las tecnologías en reuniones virtuales, debido al teletrabajo o la popularización de herramientas como el libro electrónico han disparado los casos de tech neck, sobre todo entre los más jóvenes.

5 pasos para recuperar la musculatura del cuello y prevenir el tech neck

  1. Corrige la postura. Cuando mires el móvil, intenta colocarlo a la altura de los ojos y, cuando uses la tablet y ordenador, nivélalos con soportes para que también queden a la altura de tu mirada.
  2. Estiramientos de cuello laterales, anteriores y posteriores. Con rotación de hombros hacia adelante y hacia atrás y abriendo el pecho tirando los brazos hacia atrás.
  3. Visualiza cómo tus omóplatos descienden y se juntan, relajando la zona del pecho, mientras tus orejas te hacen crecer hacia el cielo.
  4. Toma descansos de pantallas. Cada 15 minutos, te invito a cerrar los ojos durante dos minutos.
  5. Al final del día, regálate un automasaje con las manos o con una pelota (¡mejor si te lo hacen!) en las cervicales y trapecios.

Y tres consejos más para los estragos del “Tech Neck” en la belleza facial:

  1. Hidratación, nutrición y protección. Del mismo modo que el rostro, el cuello también necesita atención específica en forma de cremas, serums, aceites y protectores solares para asegurar su hidratación y firmeza. Nuestra recomendación es el Sérum Sublime, con activos vegetales que actúan en la piel reteniendo el agua como el ácido hialurónico, y la Crema renovadora Celular, con ácido hialurónico y factor de crecimiento epidérmico, ambos de origen vegetal, que aportan una renovación visible del óvalo facial en la zona del cuello.
  2. Masajea el cuello anterior para estimular la circulación y la producción de colágeno y elastina. Puedes hacerlo con las manos o acompañarte de herramientas como la Gua Sha. Hazlo siempre con producto, para que tus dedos o el utensilio deslicen perfectamente, sin estirar innecesariament la piel. Súper recomendable el Sérum regenerante Pasiflora que, además, ayudará a regenerar esa piel tan delicada. Ideal realizar movimientos ascendentes y descendentes así como pequeños pellizcos para estimular la circulación sanguínea de la zona y favorecer la recuperación de la firmeza.
  3. Ejercicios faciales para estimular la musculatura en dos zonas: cuello y doble mentón. Para el primero, sujeta la base del cuello con las dos manos, eleva la barbilla, sin forzar las cervicales, y lanza besos al aire. Para el doble mentón, apoya los codos en una mesa, inserta los pulgares bajo la barbilla, pon lengua en el paladar y haz fuerza hacia estos con la musculatura de la papada mientras sientes que los músculos aplican resistencia.

Y por último una reflexión sobre el tech neck, su aparición y sus efectos:

“El problema no es la tecnología, sino el uso que se hace de ella”

(Espero me hayas leído sin inclinar la cabeza) 🙂

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